El ejercicio físico disminuye la toxicidad de los tratamientos y mejora la calidad de vida de pacientes oncológicos

Redacción.- En los últimos años, los importantes avances obtenidos, la aparición de nuevos fármacos, los tratamientos biológicos, la inmunoterapia y sus distintas combinaciones han conseguido extraordinarios resultados, aumento muy significativo de la supervivencia y una mejoría de la calidad de vida de los pacientes oncológicos, tal y como recoge Quirónsalud.

Según el jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital La Luz, Dr. Alejandro Riquelme, «actualmente, podemos hablar de buen pronóstico en la mayoría de nuestros pacientes, que además mantienen y mejoran su calidad de vida, continuando e intensificando cada vez más su actividad cotidiana; hoy podemos hablar de largos supervivientes. Esta terminología hace referencia a pacientes diagnosticados de un cáncer en cualquiera de sus estadios y localizaciones que, gracias al manejo multidisciplinar, se curan o sobreviven lo suficiente como para poder desarrollar complicaciones a largo plazo, derivadas de los tratamientos recibidos o de otros factores como la edad, el sexo o factores ambientales conocidos».

Teniendo en cuenta este cambio de paradigma, la Oncología Médica marca nuevos objetivos terapéuticos con sus pacientes, buscando aumentar su supervivencia pero sin olvidar la mejora de la calidad de vida, la disminución y prevención de toxicidades a medio y largo plazo y evitar la aparición de otras enfermedades o procesos paralelos e intercurrentes a lo largo de su evolución.

La Medicina Integrativa, que jamás se debe confundir con medicina alternativa, atiende a la persona como un todo y hace uso de todas las aproximaciones terapéuticas apropiadas, profesionales de la salud y disciplinas para conseguir una salud óptima. Para el doctor Alejandro Riquelme, el paciente debe ser valorado de forma global en todas y cada una de sus esferas por distintos especialistas y modalidades según las necesidades individuales.

Esta visión integral del paciente – continua Riquelme-, incluye un manejo médico multidiciplinar; una colaboración transversal de los distintos especialistas médicos implicados; una comunicación íntima y bidireccional con otros profesionales de la salud, como los equipos de enfermería y psico-oncología. También es necesario contar con la estrecha colaboración de expertos nutricionistas y fisioterapeutas especializados y con la novedosa e indispensable ayuda de especialistas en ejercicio físico adaptado para los pacientes oncológicos.



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