Es más frecuente en personas que tienen relación con la cocaína desde hace no mucho tiempo. También es posible cuando se toma conjuntamente con alcohol, anfetaminas u otras sustancias. El paciente puede referir o no consumo reciente de cocaína, así como presentar cambios de conducta, taquicardia, dilatación pupilar, elevación de la presión arterial, sudoración o escalofríos, náuseas o vómitos, alucinaciones visuales o táctiles.
Otros signos y síntomas son temblor fino, vértigos, dolor torácico inespecífico, hipertermia, arritmias ventriculares, depresión respiratoria y convulsiones tonicoclónicas generalizadas.
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