Un estudio que ayudará a minimizar el riesgo de muerte súbita en pacientes con miocardiopatía hipertrófica

Redacción, 26-03-2024.- El pasado mes de febrero se publicó en la revista oficial de la European Heart Rhythm Association (EHRA), una rama de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), un estudio que demuestra que usando una resonancia magnética cardíaca con realce tardío de gadolinio (LGE-CMR) se pueden detectar aquellas cicatrices miocárdicas que representan un factor de riesgo adicional para las arritmias ventriculares en la miocardiopatía hipertrófica.

La miocardiopatía hipertrófica (HCM) es una enfermedad genética del músculo cardíaco en la que el tejido muscular del miocardio se vuelve anormalmente grueso. Esta hipertrofia puede afectar a diferentes partes del corazón y puede causar una variedad de síntomas como son: dificultad para respirar, dolor en el pecho, fatiga, mareos o desmayos. En algunos pacientes la miocardiopatía hipertrófica puede aumentar el riesgo de arritmias cardíacas potencialmente peligrosas o incluso provocar la muerte súbita cardíaca.

Tal y como recoge Quirónsalud, este estudio liderado por el Dr. Antonio Berruezo, director del Departamento de Arritmias y de Investigación e Innovación del Instituto del Corazón Teknon, evalúa la arquitectura de la cicatriz del miocardio y cómo esta afecta la inducibilidad de arritmias ventriculares en cada paciente.

Durante el procedimiento diagnóstico se aplican estímulos eléctricos para generar arritmias y valorar la respuesta del tejido cicatricial cardíaco en cuanto a su capacidad de favorecer la aparición de estas arritmias.

Cuando en un paciente determinado se pueden inducir o provocar arritmias ventriculares durante un cateterismo del corazón (estudio electrofisiológico), esto quiere decir que el paciente tiene un mayor riesgo de que esto ocurra de forma espontánea y determinará el tipo de tratamiento, como puede ser la implantación de un desfibrilador.



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