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«Sanidad de primera a precio de saldo», por el Dr. Abarca
Redacción, 01-02-2024.-Por el Dr. Juan Abarca, presidente de HM Hospitales.
«El Partido Popular ha presentado una propuesta no de Ley (PNL) para garantizar, impulsar y modernizar el actual Mutualismo Administrativo de MUFACE y del resto de mutualidades de asistencia sanitaria (ISFAS y MUGEJU) para su debate en la Comisión de Hacienda y Función pública.
Para como están las cosas en el SNS no puede ser más oportuna. Como estaran que hasta quien reniega historicamente del modelo lo aparca y dice que no está entre las prioridades actualmente.
Para legos, y para lo que nos interesa ahora, el mutualismo administrativo es una forma especial de aseguramiento del sistema sanitario que tienen los funcionarios del Estado por el cual tienen la posibilidad, pagando una parte de la prima, de elegir entre que la prestación sanitaria se la de el sistema sanitario público o el sistema sanitario privado a través de una aseguradora de Salud.
En la actualidad, frente al resto de los ciudadanos cuya Salud viene financiada sin opción a elegir a través de los impuestos, es una reminiscencia, perfectamente asumida legalmente por parte de los diferentes gobiernos de nuestro país como parte de nuestro sistema sanitario público, de cuando teníamos un sistema sanitario financiado a través de las cotizaciones sociales de antes de la Ley General de Sanidad del año 1986 que se basa en la colaboración público privada, que en el momento actual engloba a casi 2,5 millones de ciudadanos de los cuales casi el 80% elige anualmente recibir la prestación a través de una aseguradora sanitaria a través del sistema sanitario privado.
La aseguradora asume todos los gastos sanitarios del usuario, con las mismas pretaciones que tienen las personas con cobertura pública, tanto se produzcan en el sector privado, como si es necesario que el usuario acuda al sector público por falta de medios del primero en la ciudad en la que se resida.
¿Cual es el problema? Que es un sistema por el cual el Estado actualmente paga un 40% menos de lo que le cuesta un ciudadano por año en la Sanidad pública (1020e vs 1640e en 2022), que producen en las aseguradoras que se mantienen en el modelo pérdidas millonarias y una presión sobre los proveedores sanitarios inauguantable.
Es decir, es un ejemplo de colaboración público-privada bastante eficiente para el Estado, que genera una alta satisfacción entre los usuarios y que alivia de presión a un SNS que esta colapsado y no esta en disposición de poder asumir con normalidad 2,5 millones de ciudadanos más de golpe.
Al final, si no se apuesta por el modelo y se renueva de forma suficiente como para al menos no perder, serán los operadores sanitarios los que nos veamos obligados a retirarnos porque es económicamente inviable.
Y más en un entorno en el que el seguro sanitario sigue creciendo con normalidad y el aseguramiento de las mutualidades públicas ha pasado de representar el 20% de los ingresos a apenas el 12% en los últimos 10 años.
A ver en que queda… así no se puede».