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Regulación remota de la función cerebral
Redacción, 14-02-2024.- La salud neurológica se encuentra en el centro de la atención pública a medida que los síndromes neurodegenerativos, una categoría de trastornos que afectan al sistema nervioso, inquietan cada vez más a un número significativo de personas en nuestra sociedad.
Estos trastornos se caracterizan por la pérdida progresiva de funciones cerebrales, siendo la enfermedad de Parkinson una de las más comunes, entre otras muchas.
También, la incapacidad secundaria a trastornos psiquiátricos que no mejoran con medicación o terapias psicológicas, está generando creciente preocupación entre los profesionales de la salud y la comunidad científica.
Para todo ello, y dentro de los distintos tratamientos que existen desde hace años, destaca la estimulación cerebral profunda (ECP), una terapia que, según la doctora Cristina Torres Díaz, especialista de la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional: «se lleva utilizando varias décadas en pacientes con Parkinson o con temblor esencial, o con algunas otras enfermedades un poco más complicadas, como la distonía o el trastorno obsesivo compulsivo».
Además, como afirma la neurocirujana, esta terapia se está investigando en otras enfermedades como la depresión farmacorresistente, la anorexia nerviosa, la agresividad patológica o la esquizofrenia, así como se ha demostrado que es muy útil para tratar y controlar el dolor neuropático.