Existen varios tipos de agujero macular:

El agujero macular idiopático, acostumbra a ser unilateral, tan solo en el 15% de los casos se produce en ambos ojos, en mayor porcentaje lo padecen más las mujeres que los hombres (3:1), aparece en el 0,05% de la población, se conoce también senil debido a la edad de los pacientes.

El agujero macular miópico se da en paciente miope con ojo más largo de lo normal y deformaciones en la parte posterior del ojo. Aparece a una edad temprana y puede producir desprendimiento de retina.

Al inicio de la enfermedad, el debut es alrededor de los 50-60 años, los síntomas se manifiestan levemente con una visión central borrosa o distorsionada. Cuando evoluciona, puede llegar a aparecer una mancha negra en el centro del área de visión, impidiendo la realización de tareas básicas como leer, conducir o mirar la televisión.

Los estadíos del agujero macular van desde el agujero inminente (1) al agujero completo (2, 3 y 4).

La agudeza visual se deteriora hasta alcanzar 1/10 de visión en promedio pero con pérdida de visión central que es la que nos da la capacidad de leer. Se diagnostica mediante un examen de fondo de ojos y de una Tomografía de Coherencia Óptica que determina la extensión del agujero.

La detección precoz es un factor fundamental en el tratamiento del agujero macular, para ello es imprescindible realizar controles oftalmológicos de forma regular, como mínimo una vez al año y así poder detectar lesiones en la retina.

Si se detecta la enfermedad precozmente, se puede realizar tratamiento médico mediante la inyección intravítrea de Ocriplasmina. En el resto de los casos el agujero macular debe ser tratado quirúrgicamente mediante vitrectomía, con una tasa de curación del 90% de los casos.