Pilar Rojo Castejón

Redacción.- La Dra. Pilar Rojo Castejón dirige el Servicio de Oftalmología del Hospital Ruber Internacional, integrado por un grupo de profesionales especializados en las diferentes áreas médico-quirúrgicas de la oftalmología. De este modo, cualquier tipo de enfermedad puede ser tratada, aportando la tecnología más avanzada, tanto para el diagnóstico como para la cirugía.

Según nos cuenta la especialista, «el Láser Excimer ha causado una auténtica revolución dentro de la cirugía refractiva desplazando a otras técnicas a un segundo plano». Entre sus ventajas, la Dra. Rojo destaca «la rapidez de la recuperación visual, la precisión del procedimiento, la estabilidad del resultado y la seguridad de la técnica».

Habitualmente después de la intervención se consigue una mejoría espectacular de la visión natural, asegura. Además, un porcentaje muy elevado de pacientes sometidos a este tratamiento declaran estar muy satisfechos con los resultados. En algunos casos, matiza, no se consigue alcanzar  una visión perfecta debido a un pequeño defecto residual (hay muy pocas personas que tengan una visión perfecta de forma natural). «Lo que ocurre es que si el defecto es pequeño, normalmente, el paciente no lo nota en su visión», detalla la Dra. Rojo.

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DEBES SABER QUE…

• La máxima visión que un paciente tienen con gafas o lentillas bien graduadas es el máximo de visión que el tratamiento con láser puede conseguir. Si existe una agudeza visual menor a lo normal ésta no se recuperará aunque el resultado de la intervención sea perfecto.
• Este tipo de intervenciones no puede asegurar que se elimine totalmente su defecto de refracción. Aunque los resultados cada día son más exactos, en algún caso puede quedar un defecto residual de refracción. No obstante, es más importante la satisfacción de no tener que depender de lentes correctoras durante la mayor parte del día.
• El láser mejorará su visión natural pero no influye en la aparición de cualquier otro proceso patológico ocular. El ojo miope tiene más tendencia que el ojo normal a padecer alteraciones como cataratas, desprendimiento de retina, glaucoma, etc.
• La miopía es un defecto de refracción que puede, o no, aumentar a lo largo de la vida, el astigmatismo no suele cabmiar, y, la hipermetropía suele estabilizarse a los 16 ó 17 años, aunque pueda notarse más en edades más tardías, cuando se pierde la capacidad de enfoque. Los pacientes operados con láser no están exentos de que su defecto de refracción evolucione a lo largo de su vida, puede aumentarle, o no su graduación, tanto si usa gafas, lentillas, si no usa nada, o si está operado.

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