Medicamentos esenciales: ¿Qué son?

Redacción.- Los medicamentos esenciales son aquéllos que un país considera necesarios para atender las necesidades básicas de la población. Son fármacos estratégicos, porque su disponibilidad es crítica para garantizar la atención médica de los pacientes, especialmente durante crisis sanitarias, cuando un incremento repentino de demanda mundial o cierres de fronteras pueden poner en riesgo el suministro.

Tal y como recoge Farmaindustria, la mayoría de ellos son medicamentos veteranos, con muchos años en el mercado y ya sin protección de patente, pero que siguen siendo los indicados para combatir ciertos síntomas o enfermedades.

Afortunadamente, la industria farmacéutica tiene una sólida posición en España y, resistiendo al fenómeno de deslocalización que se ha registrado en otros sectores, mantiene un amplio tejido productivo. Esto ha sido clave tanto para acelerar la producción en nuestro país, con planes de contingencia que permitieron incrementar la capacidad de las plantas e incluso reorientar líneas de producción, como para asegurar que no se rompiera la cadena de importación de otros países. En todo caso, las lecciones aprendidas aconsejan reforzar las capacidades estratégicas de producción de medicamentos esenciales.

La industria farmacéutica cuenta en nuestro país con 82 plantas de producción de medicamentos de uso humano que cumplen los más elevados estándares -las denominadas normas de correcta fabricación- que aseguran la calidad y la consistencia en la producción de los fármacos. Estas plantas están preparadas y acondicionadas para fabricar prácticamente todas las formas farmacéuticas, desde formulaciones orales, inyectables o colirios -que imponen condiciones de esterilidad- a medicamentos tan extraordinariamente potentes que requieren trabajar en una atmósfera confinada o que obligan a producir a bajas temperaturas.

¿SE FABRICAN EN ESPAÑA TODOS LOS MEDICAMENTOS ESENCIALES?

En España se fabrican sólo algunos de los medicamentos esenciales; la mayor parte de ellos se producen hoy en países asiáticos como China o India. Desde hace tiempo ya, Europa ha ido perdiendo la producción de muchos principios activos y también de muchos de estos medicamentos en favor de esos países. Esta realidad se ha constatado con preocupación durante la pandemia de la Covid-19, y se ha planteado la pregunta de si esa dependencia de países lejanos puede ser excesiva en un ámbito tan delicado como el del medicamento.

La pandemia ha puesto en evidencia el valor de estos medicamentos y la necesidad de reforzar la fabricación europea y nacional de productos estratégicos y con ello garantizar su abastecimiento. Pero ningún país es autosuficiente en medicamentos. No se trata de ir contra las reglas del mercado global ni de intentar una autonomía total, que no es posible ni deseable, sino de analizar -y paliar en la medida que corresponda- si la dependencia tanto nacional como europea del exterior es excesiva en un ámbito tan crítico para el cuidado de la salud.



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