Más del 70% de los trabajadores sufre fatiga visual en su puesto de trabajo por el uso de pantallas

Redacción.- Cuidamos la postura de nuestra espalda, realizamos descansos periódicos, procuramos estar en un entorno agradable mientras trabajamos…pero, ¿qué pasa con nuestros ojos? Dos horas son más que suficientes para que nuestra vista empiece a notar los efectos negativos de las pantallas. Según una investigación publicada en Optometry and Vision Science (EEUU), la visión borrosa, dolores de cabeza, cuello y espalda, ojos rojos y otros síntomas suelen ser los más habituales.

Sobre esta problemática, Nilo García,  Director General de Reticare y Tecnología Sostenible y Responsable, recuerda los problemas concretos que provoca el mal uso de las pantallas en el entorno laboral: “Nos encontramos, por ejemplo, con ojos secos, dolores de cabeza, picor de ojos… Hay síntomas importantes relacionados con la pérdida del sueño y la dificultad para dormir. Hay gente que hasta tiene vómitos. Es impresionante la cantidad de problemas que genera el  uso de las pantallas.”

Aproximadamente un 80% de la información se recibe a través de la vista convirtiendo a nuestros ojos en el sentido más importante. Se ha demostrado que los síntomas oculares y la ineficacia visual, conllevan grandes pérdidas de productividad a las empresas. A pesar de ello, aún no se facilita, en buena parte de las empresas, una protección adecuada.

Existen una serie de medidas para aliviar las molestias de nuestros ojos durante la jornada laboral tales como realizar ejercicios oculares donde se desvíen los ojos de un lado a otro 20 veces, evitar los reflejos en la pantalla, mantener una postura correcta; situar el monitor por debajo de la altura de los ojos o mantener cerrados los ojos 20 segundos de vez en cuando.

Igualmente, existen otras soluciones como los protectores oculares Reticare que desarrollados conjuntamente con la Universidad Complutense de Madrid, se colocan en las pantallas y que permiten frenar los riesgos asociados a la exposición a estas pantallas LED y que tienen como objetivo preservar la retina y prevenir futuras dolencias y paliar síntomas como picor de ojos, dolor de cabeza, ojos irritados, visión borrosa y patologías del sueño. Según Nilo García, estos protectores son “la solución más efectiva porque absorben la luz que puede hacer daño a nuestro sistema ocular. Sin protección podemos sufrir dos posibles efectos a largo plazo. Uno relacionado con la melatonina y los problemas del sueño y sus efectos y los relacionados con la retina y los riesgos de la degeneración macular que podrían derivar en ceguera parcial según indican algunos estudios.”

La obligación de proteger la vista de los trabajadores, y por tanto su salud laboral, corre a cargo de las empresas que tienen que implantar los medios adecuados para que el uso de las pantallas no dañe la visión del  trabajador.

En España, la normativa relativa a Pantallas de Visualización de Datos (PVD) está recogida en el Real Decreto 488/1997 de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas al trabajo que incluye pantallas de visualización, encomendando al Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo la elaboración y el mantenimiento actualizado de una Guía Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a la utilización de equipos que incluyan pantallas de visualización, cuya última versión se realizó en 2006.

Su uso prolongado a lo largo de la jornada laboral provoca problemas de fatiga visual a más del 70% de los trabajadores, según investigaciones de la Academia Estadounidense de Optometría. Datos del Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral en Estados Unidos advierten que cerca del 90% de las personas que usan ordenadores durante 3 o más horas pueden desarrollar el denominado Síndrome Visual Informático que aparece por las inadecuadas condiciones del trabajo con pantallas de visualización de datos.

En nuestro país, el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña (COOOC) señaló que 7 de cada 10 españoles sufre este síndrome. Joan Gispets, decano de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa de la Universidad Politécnica de Cataluña-BarcelonaTech afirma que «con tantas pantallas en nuestra vida cotidiana, el uso de la visión de cerca ha aumentado de forma exponencial, y que sea eficiente es fundamental».

 



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