M. Barbacid: «La pandemia de coronavirus ha servido para demostrar el valor de la ciencia»

Redacción.- Mariano Barbacid, fundador y exdirector del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) da nuevos pasos en sus investigaciones oncológicas. Este año ha descubierto la razón del fracaso de los fármacos contra tumores causados por mutaciones KRAS, oncogenes causantes de más del 20% de esta enfermedad, sobre todo de pulmón y páncreas.

Barbacid relata en esta entrevista con Cinco Días su actividad investigadora pese a la pandemia.

A continuación se recoge parte de la entrevista:

Pregunta-¿Cuál ha sido el hallazgo sobre los cánceres causados por mutaciones KRAS?

Respuesta- Hasta 2013 se pensaba que la forma mutada de KRAS no podía ser abordada farmacológicamente. Fue entonces cuando el profesor Kevan Shokat, de la Universidad de San Francisco, descubrió una pequeña hendidura en la estructura de la proteína que permitía ubicar un posible inhibidor. La hendidura es tan pequeña que para que dicho inhibidor pudiera interferir con la función de KRAS era necesario que se uniera de forma estable, lo que en química llamamos un enlace covalente. Solo un aminoácido, la cisteína, tiene esta capacidad de formar enlaces covalentes. Es por ello que los primeros inhibidores de KRAS que serán aprobados en un futuro muy próximo por la FDA, sotorasib (Amgen) y adagrasib (Mirati), solo son activos contra tumores que tienen esta mutación ­KRASG12C. Todas las otras formas siguen siendo inabordables farmacológicamente. La buena noticia es que esta mutación es una de las más frecuentes entre fumadores, por lo que un porcentaje relativamente alto de pacientes con cáncer de pulmón podrá beneficiarse de estos descubrimientos.

P-Cuando dice que su equipo ha demostrado que la actividad terapéutica resultante de la eliminación de RAF1 se debe a la inhibición de su actividad antiapoptótica, ¿a qué se refiere?

R- RAF1 es una enzima, una quinasa. Todo el mundo asumía que su papel en cáncer era a través de su actividad quinasa. Un estudio de nuestro laboratorio que aparece en febrero en la revista Cancer Cell demuestra que no es así, que el efecto antitumoral observado al eliminar RAF1 no se debe a la eliminación de su actividad quinasa, sino a otra actividad menos conocida, que es su capacidad de inhibir la muerte celular, es decir, la apoptosis. Es por ello que los inhibidores de la actividad quinasa de RAF1 desarrollados estos últimos años han fracasado en ensayos clínicos.

P-¿Hay avances en el de páncreas?

R- Desgraciadamente, no se han producido avances significativos en el tratamiento en los últimos 30 años. Tanto la incidencia [más de 4.000 casos al año] como la supervivencia [5%] se han mantenido básicamente constantes durante este periodo de tiempo.

P- Los oncólogos advierten del retraso diagnóstico del cáncer por el Covid, ¿qué efectos tendrá?

R- Desgraciadamente, aumentarán los fallecimientos por esta causa. Dejando a un lado todos los avances que se puedan producir en los tratamientos oncológicos, el hecho cierto es que si un cáncer se diagnostica antes de que se extienda, de que metastatice, es curable mediante una intervención quirúrgica. Después, es ya mucho más difícil.

P-¿Qué opina sobre la gestión de la pandemia?

R- La pandemia ha servido para demostrar el valor de la ciencia. Conocer el virus, el proceso de infección y poder desarrollar una vacuna efectiva, todo en menos de un año, es algo que hubiera parecido ciencia ficción hace solo una década. Respecto a la gestión, ha sido, está siendo y seguramente seguirá siendo claramente mejorable.



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