Los expertos insisten en que la vacunación resulta clave en las personas con tratamientos inmunosupresores

vacunación Redacción.- Los pacientes con ERAS (Enfermedades Reumáticas Autoinmunes Sistémicas) presentan mayor riesgo de infecciones, la mayoría de ellas leves, si bien es cierto que en algunos casos los pacientes también pueden presentar infecciones severas que condicionen incluso un ingreso hospitalario. “Sabemos que este riesgo de infección está muy influenciado por el tipo de enfermedad, pero también es mayor en pacientes con enfermedad activa y elevada carga inflamatoria”, explica la Dra. Nair Pérez, del Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, durante su participación en el ‘VIII Curso SER de Terapias Dirigidas’, celebrado este fin de semana con la colaboración de Pfizer.

La Dra. Pérez advierte que “para el control de la enfermedad es muy frecuente el empleo de terapias dirigidas, que a su vez pueden producir en el paciente diferentes grados de inmunosupresión, por lo que debemos prevenir con todas las armas posibles estas complicaciones”. En este sentido, la especialista insiste en que “en los pacientes con ERAS y tratados con terapias dirigidas es especialmente importante mantener un adecuado estado de vacunación para evitar la aparición de enfermedades infecciosas prevenibles”.

Tal y como recoge la SER, los Servicios de Reumatología mantienen un contacto estrecho con los Servicios de Medicina Preventiva con el fin de hacer un seguimiento conjunto en cuanto a la prevención de infecciones en los pacientes con enfermedades reumáticas. “Actualmente recomendamos la vacunación frente a la gripe, enfermedad neumocócica, refuerzo de la vacuna de hepatitis B en aquellos pacientes que carecen de anticuerpos, y en algunos casos también la vacuna del Papiloma Humano. A estas vacunas debemos añadir las que se recomiendan en el calendario vacunal de la población general, con la consideración de que a los pacientes en tratamiento con terapias dirigidas no debemos administrarles vacunas con virus vivos atenuados. Recientemente, también disponemos de vacuna de partícula viral frente a herpes Zóster, indicada en pacientes que están con tratamiento de fármacos inhibidores de las jak kinasas”, puntualiza la Dra. Pérez, al tiempo que recuerda que, “como recomendaciones generales, al margen de la vacunación, no hay que olvidar medidas tan simples como el lavado de manos, que han demostrado ser eficaces para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas”.

4 dosis contra la COVID-19

Tanto el Ministerio de Sanidad como otros organismos oficiales coinciden con los expertos en que la cuarta dosis o segunda dosis de refuerzo debe suministrarse, y de hecho ha empezado a ponerse, en personas inmunodeprimidas. En este grupo quedarían incluidos los pacientes con ERAS sometidos a terapias anti CD20, ya que “sabemos que han generado menor respuesta tanto celular como humoral a la vacunación frente al SARS-COV2 comparados con la población general”, explica la Dra. Nair Pérez, al tiempo que recuerda que “esta dosis de refuerzo, tal y como indican las autoridades sanitarias, se debería administrar aproximadamente unos 5 meses después de la pauta completa de primovacunación, tras un estudio serológico previo”.

 



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