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Las vacunas ‘teledirigidas’ para luchar contra la alergia
Redacción.- Fundada hace más de 20 años, Inmunotek es una empresa farmacéutica especializada en el desarrollo y producción de vacunas terapeúticas para humanos y animales que aunque presenta un fuerte componente de innovación científica, tiene sus orígenes en un negocio familiar. Y es que, para encontrar los orígenes de esta compañía debemos remontarnos a la década de los años 50 del siglo pasado cuando el doctor Eliseo Subiza, padre del actual presidente, José Luis Subiza, creó un pequeño laboratorio para investigar las alergias.
A lo largo de su historia, ha pasado de funcionar como un pequeño laboratorio unipersonal a gozar de unas instalaciones de más de 5.000 metros cuadrados en las que trabajan 115 empleados y a la apertura de filiales y delegaciones comerciales en países como Portugal, Colombia, Perú, Chile, República Dominicana o Venezuela, informa El Mundo.
Un éxito que se debe a la investigación, el desarrollo y la posterior comercialización de sus vacunas, cuyos principios activos van destinados directamente a las células encargadas de provocar una respuesta inmune en el cuerpo, que se emplean en diversos campos de la medicina como el de alergias, inmunología, otorrinolaringología y urología.
«Las vacunas antialérgicas actualmente en el mercado se basan en una mezcla de alérgenos a los cuales el paciente es alérgico», apunta Subiza. «Por lo tanto, lo que busca que las células de respuesta inmune encuentren estos componentes alérgicos y actúen», añade. «En cambio», prosigue, «nosotros hemos desarrollado un nuevo concepto de vacunas basadas en dirigir sus componentes, los alérgenos, directamente hacia las células que inician una respuesta inmune en el cuerpo humano».
Un nuevo concepto que, en definitiva, guía los componentes de la vacuna hacia las células encargados de captarlas para provocar una reacción deseada en el cuerpo humano. «Contado de una manera sencilla, lo que nosotros hacemos es ponerle pequeños imanes a los alérgenos (aquello que provoca las alergias a humanos y animales) para que toda la dosis se dirija a las células de respuesta inmune», explica Subiza. «Se trata de un método mucho más seguro que el de las vacunas clásicas porque éstas pueden provocar efectos secundarios en el organismo», añade.
«En definitiva», continua, «es un proceso parecido a teledirigir a su objetivo para evitar que haya unos efectos colaterales relevantes al hacer que el alérgerno actúe solamente sobre las células apropiadas, sin afectar al resto». Unas vacunas que, según defiende el propio Subiza, cuentan con una «mayor seguridad y eficacia » que las tradicionales que antes de salir al mercado han pasado por una fase de pruebas de cuatro años y que ha contado financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y con la colaboración del Centro Superior de Investigaciones Biológicas y las facultades de Medicina y Ciencias Químicas de la Complutense de Madrid. Asimismo, otra de las principales líneas de Inmunotek se centra en la lucha contra las dolencias habituales.
«Trabajamos en la inmunoestimulación a través de las mucosas para la prevención de infecciones recurrentes con una nueva línea de vacunas de origen bacteriano administrados por vía sublingual », explica Subiza en las páginas de El Mundo. «Se aplica en patologías respiratorias, cómo bronquitis o exacerbaciones de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y en urología, para la prevención de cistitis de repetición», indica. «Nuestra eficacia clínica es superior a la de los antibióticos y contribuimos a reducir el absentismo laboral y escolar», afirma.
Unos productos que se han desarrollado en los propios laboratorios de la compañía y que se venden en los cinco continentes. «Sin embargo», explica Subiza, «estamos muy orgullosos de que nuestro principal mercado de exportaciones sea Alemania». «Un país que tiene los estándares de calidad más exigentes del mundo para la importación de medicamentos », índice