«La viruela del mono: entre buenismos y mandangas», Por el Dr. Juan Abarca

juan abarcaRedacción.- Por el Dr. Juan Abarca

“España recibe 7.110 nuevas vacunas para la viruela del mono dice la prensa”.

Sigo sin entender la estrategia de nuestras autoridades sanitarias para acabar de erradicar en nuestro país esta enfermedad.

A diferencia de el Covid, por ejemplo, y dado que acabamos de pasar por situaciones de encierro obligatorio ante el diagnóstico, no todos los pacientes infectados tenian porque presentar síntomas y por tanto no se podía controlar la difusión de la enfermedad.

En la viruela del momo no es así. Se transmite a través del contacto con las pústulas o lesiones de la enfermedad en todos la gran mayoría de casos. Y en vez de tratar de contener, incluso, con medidas coercitivas y sanciones si es necesario que aquellos desalmados -por no llamarles otra cosa- con las pústulas se queden en su casa hasta que finalicen la enfermedad, lo que hacemos es promover la vacunación de los potenciales futuros pacientes que puedan participar en encuentros sexuales multiples. El mundo al revés.

Me van a perdonar, pero a mi me parece que en este caso, posiblemente relacionado con una NO estigmatización de determinados hábitos sexuales, las cosas se han enfocado de manera absurda y erronea. Y lo digo en pasado porque si se hubieran tomado medidas desde el principio, desde el origen, es decir desde el infectado, a lo mejor nos hubiera ido mejor.

Porque, y si el desalmado contagiado le da por no tener un encuentro sexual múltiple sino uno esporadico con otra persona, hombre o mujer, que mantenga sólo relaciones esporádicas individuales? Es decir, hasta donde tiene que llegar el alcance de la vacunación? Quien es la siguiente potencial víctima?

O y si el supuesto potencial enfermo por participar en este tipo de encuentros no se quiere vacunar por no quedar señalado?

En mi opinión, primero y mientras el bichito siga circulando informaría, desaconsejaría (no prohibiría) y ante todo alertaría del riesgo de participar en este tipo de encuentros multitudinarios, pero sobre todo sería mucho más duro con aquellos que siendo conscientes de que tienen lesiones sigan participando en encuentros múltiples o esporádicos.

No es un tema de ir o no a favor de medidas que vayan en contra de la libertad individual, es que él que lo hace, en mi modesta opinión, esta cometiendo, cuanto menos, un delito – hay un precedente en el código penal por transmitir el VIH-, y así hay que tratarlo.

La viruela del mono, no se va a erradicar con la vacunación de ninguna forma. Al contrario bien porque haya gente que no se identifique como potencial futuro paciente o porque no quieran ser señalados. poco a poco, mientras no se ponga coto al origen, al paciente infectado, sólo se ira extendiendo lentamente como una capa de aceite infectando cada vez más a personas con relaciones esporádicas.

Hay que dejarse de buenismos y mandangas y cortarlo en seco desde el origen. Los que transmiten la enfermedad contienen un delito y no pueden quedar impunes.



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