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La cirugía precoz reduce las complicaciones en pacientes son fractura de cadera
Redacción.- Las fracturas de cadera de cadera son cada vez más frecuentes dado el aumento de la población anciana. Y aunque son una de las fracturas más frecuentes en urgencias y en los equipo de traumatología ortopédica alrededor del 5% de las fracturas de cadera son patológicas. Tal y como señala la doctora Inmaculada Gómez Arrayás, Jefe de la Unidad de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Ruber Internacional y de Ruber Internacional Centro Médico Habana, «son casos en los que la causa no fue una caída, sino que, el hueso tenía una patología previa, un tumor, metástasis, uso de medicaciones que pueden alterar el metabolismo óseo, osteoporosis muy avanzada, etc.”
Según la doctora, como estos pacientes suelen ser ancianos con antecedentes médicos complejos, es muy importante realizar, cuando ingresa, una historia clínica muy completa, descartar factores causantes de la caída (síncope, infarto…) y realizar una evaluación cognitiva. El diagnóstico, en la mayoría de los casos se realiza con radiografías de 2 proyecciones. “Pero hay un pequeño porcentaje (2-7%) que no se ven en la radiografía porque son fracturas trabeculares (se producen debajo del hueso), incompletas, nada desplazadas, que requieren una Resonancia Magnética (RM) o un TC (Tomografía Computarizada) para diagnosticarlas. Debemos realizarlas siempre que la sintomatología sea compatible y no se vea fractura en las radiografías”, aclara la traumatóloga del Ruber Internacional. El tratamiento de las fracturas de cadera es quirúrgico (salvo alguna contraindicación importante), y el tipo de cirugía dependerá de dónde se localice la fractura.
Para ello, la doctora Inmaculada Gómez Arrayás, explica los dos tipos de fracturas existentes. “Están las fracturas que ocurren dentro de la cápsula articular de la cadera (intracapsulares, fracturas del cuello de fémur, subcapitales, basicervicales), cuyo tratamiento quirúrgico es una prótesis total o parcial de cadera y en algunos casos, si la fractura no tiene desplazamiento y hay buena calidad ósea se realiza una osteosíntesis, es decir, un sistema de fijación con tornillos canulados. Y las fracturas que se localizan por debajo de la cápsula articular (pertrocantéreas y subtrocantéreas), y su tratamiento es fijar la fractura conservando su cabeza del fémur (clavos intramedulares, tornillo-placa, etc.)”
Distintas revisiones sistemáticas y metanálisis llegan a la conclusión de que la cirugía temprana (dentro de las 24 a 48 horas) puede reducir el riesgo de mortalidad por todas las causas en pacientes de 60 años o más en un 20%. “La cirugía temprana también se asoció con una reducción de las úlceras por presión (escaras) y neumonía posoperatoria. Otra revisión sistemática también demostró que un retraso en la cirugía más allá de las 48 horas se asoció con un aumento del riesgo de mortalidad”, subraya Inmaculada Gómez Arrayás. El tratamiento conservador (no quirúrgico) de las caderas fracturadas se asocia con una mortalidad más alta a los 30 días y al año. La rehabilitación postoperatoria es tan importante como la cirugía. Se requiere fisioterapia intensiva regular para fomentar la rápida progresión de la movilidad. “Los pacientes deben sentarse y movilizarse inmediatamente después de la cirugía. Y podrán iniciar deambulación con carga parcial al día siguiente salvo fracturas muy inestables o pacientes que por su comorbilidad requieran retrasar la marcha”, asevera la especialista.