«El gancho definitivo», Por el Dr. Abarca

Redacción.- Por el Dr. Juan Abarca

El ruido que se ha producido a consecuencia del borrador de la Orden de tarifas y precios del concierto del servicio andaluz de Salud es la prueba evidente de la estrategia política que se utiliza para calentar el ambiente a cuenta de las privatizaciones.

De una orden publicada en verano para actualizar tarifas y el nomenclator para los conciertos sanitarios, ha dado pie a que hasta el Ministerio haya salido en tromba para advertir que tomara todas las medidas a su alcance para evitar “la privatización de la atención primaria en la Sanidad Pública”

Más allá de que quizas algunas tarifas no están muy adecuadas a los precios de mercado, por excesivas – aunque se habla de precios máximos – el tema no tiene mucho recorrido porque si de algo adolece la Sanidad privada, dado la base de su modelo de funcionamiento, el acceso directo al especialista, es de atención primaria y mucho menos forma organizada.

Supongo que es totalmente lícito en política utilizar las ventajas que el populismo y la demagogia le otorga a cada uno y que el partido popular, a veces, se lo pone “a huevo” al partido socialista pero hay que tener en cuenta tres cosas:

1 – que llega un momento en que no cuela porque al final la gente puede ver que en todas las CCAA cuecen habas, ocurren los mismos problemas y se concierta igual.

2- Que al final la gente se harta

3 – que llega un momento en que habrá que centrarse, tanto unos como otros, en dejar a un lado la política y tratar de solucionar los problemas sanitarios que padece la gente.

Y así nos podemos pasar el año – un año eterno – hasta la llegada de las elecciones generales.

Con un PP contra las cuerdas aguantando o defendiendose de los golpes de la supuesta privatización – unos más al aire como este de Andalucía y otros más en el hígado como lo que esta ocurriendo en Madrid – mientras espera que el contrario, el PSOE, se agote de tanto pegar puñetazos hasta que caiga redondo por extenuación o sus golpes pierdan totalmente la efectividad.

Y ¿para cuando nos sentamos a solucionar esos problemas de acceso al sistema, de listas de espera, de falta de cobertura en determinados servicios, etc, etc, etc?

Porque nuestro sistema sanitario, tiene problemas estructurales que supera con mucho la capacidad de unos y otros para arreglarlo y necesita del consenso del Estado y las CCAA.

Porque no es una cuestión de si faltan o no médicos de familia, es que los médicos de familia no quieren trabajar en la atención primaria y eso no se arregla subiendo unos cientos de euros los sueldos, ni aumentando las plazas MIR.

Tenemos un modelo que es conceptualmente ideal pero irreal de facto sobrepasado por los problemas y me parece que a falta poder llegar a un acuerdo, quien de un paso para adelante y proponga una alternativa o unos cambios estructurales con la intención de solucionar de verdad los problemas a los ciudadanos, por seguir, con el simil pujilista, habrá soltado un gancho definitivo.



¿SABÍAS QUE…?

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