El exposoma, clave en la aparición de ciertas patologías

Redacción.- Los contaminantes ambientales, el entorno urbano, el estilo de vida o el ámbito socioeconómico son factores no genéticos que condicionan el estado de salud de las personas y conforman el llamado exposoma. Este concepto ha ido adquiriendo un mayor protagonismo en las investigaciones biomédicas de los últimos años de la mano de los avances tecnológicos de medición y de análisis, con el objetivo de profundizar en las causas de las enfermedades.

Para acercar este asunto a la población el Observatorio de Tendencias en Medicina del Futuro de la Fundación Instituto Roche ha publicado el informe «Anticipando: Exposoma».

Se ha visto la relación causa- efecto entre factores no genéticos que componen el exposoma y patologías concretas, como la exposición a la radiación solar y el desarrollo de melanoma o los conocidos como disruptores endocrinos y su implicación en la desregulación hormonal de los individuos, que pueden conducir a una gran variedad de patologías del desarrollo y de base hormonal o metabólica.

Tal y como afirma el Dr. Nicolás Olea, exdirector científico del  Instituto Investigación Biosanitaria ibs.GRANADA, catedrático del departamento de Radiología y Medicina Física en la Universidad de Granada y facultativo especialista en el Hospital Clínico de Granada “en los últimos años ha habido un interés creciente por parte de la comunidad científica en identificar y definir los factores no genéticos que pueden tener efectos sobre la salud y la forma compleja en que estos factores interactúan con el individuo, es decir, ampliar el conocimiento etiológico en el campo de la exposómica”, señala el coordinador del informe,

“Este interés viene justificado por los resultados de proyectos como el estudio Global Burden of Disease, que determinó que nueve millones de muertes al año, el 16% de las muertes a nivel mundial, están asociadas exclusivamente a la contaminación del aire, del agua y del suelo. Estos datos ponen de manifiesto la relevancia de identificar, entre otros, los determinantes ambientales de las enfermedades, con el objetivo de mejorar la salud de las personas. Dado que estos factores pueden intervenir en el desarrollo de muy variadas patologías de alta prevalencia, su estudio resultará clave en el desarrollo de acciones preventivas, diagnósticas y terapéuticas individualizadas en el marco de la Medicina Personalizada de Precisión”, apunta el Dr. Olea.

Por su parte Consuelo Martín de Dios, directora gerente de la Fundación Instituto Roche, añade que “el estudio del exposoma será fundamental en el diseño de acciones preventivas, diagnósticas y terapéuticas en la medicina del futuro y una herramienta indispensable en las políticas de salud pública, junto con el avance en nuevas tecnologías, el desarrollo de la biomonitorización humana y la creación de nuevas herramientas estadísticas y de bases de datos potentes”.

En el caso concreto del SARS-CoV-2, una enfermedad con alto nivel de variabilidad entre los pacientes en términos de gravedad, el Dr. Olea considera que, precisamente, un factor clave para determinar la causa de esta variabilidad es el exposoma en sí mismo, esto es, el conjunto de todas las exposiciones a lo largo de la vida de un individuo, desde los tóxicos ambientales, a los tratamientos farmacológicos, pasando por el estilo de vida o la dieta.

 



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