Dra. Rubio: «El porcentaje de cirugías conservadoras en cáncer de mama puede llegar al 80%»

Fuente: La Razón

Redacción.- Directora del Área de Patología Mamaría de la Clínica Universidad de Navarra y presidenta de la Sociedad Europea de Especialistas en Cáncer de Mama, la doctora Isabel Rubio apunta a que «solamente en la mitad de los casos se reconstruye la mama cuando hay mastectomía».

A continuación se recoge parte de la entrevista realizada por La Razón.

Pregunta– ¿Podríamos decir que es el tumor sobre el que más se sabe?

Respuesta– Es verdad que la investigación en cáncer de mama va un poco más avanzada que en el resto de tumores. Creo que es así porque la incidencia crece, porque las pacientes son un colectivo que ha promovido la concienciación, las mujeres acuden a las unidades de mama… eso también hace que todo se mueva deprisa.

P– Hay muchas novedades en el área terapéutica. ¿Las hay también en la quirúrgica?

R– Sí, intentando hacer cirugías más personalizadas. Estamos viendo ya resultados de estudios en los cuales pacientes que reciben quimioterapia en los tumores más agresivos, como los HER2+ o los triple negativo, reducen la radicalidad de la cirugía, que es algo importante pues en ellos siempre se había dicho que cuanto más radical sea la cirugía mejor. Ahora vemos que si hacemos una combinación de las nuevas terapias que aumentan estas respuestas patológicas completas nos permite hacer mucha más cirugía conservadora con mejores resultados porque usamos la oncoplastia y en muchos casos no necesitamos ya hacer una mastectomía. En muchas pacientes que la necesitan, incluso después del tratamiento neoadyuvante, podemos conservar la piel y el complejo areola pezón y reconstruirlas de forma inmediata.

P– ¿En qué porcentaje se aplica hoy la mastectomía?

R– En los centros específicos de cáncer de mama el porcentaje de cirugías conservadoras puede llegar al 80% perfectamente y un 20% recibe mastectomía. De ese 20%, el 50% se puede hacer con reconstrucción inmediata.

P– Con el virus, los tratamientos anticáncer han continuado más o menos, no así los programas de cribado. ¿Qué consecuencias tiene esta pausa?

R– El problema que tiene esto es no solo la gente que se ha quedado sin el programa y que hay que recuperar, sino toda la nueva. Cuando se vuelva a poner en marcha habrá que ver cómo planificar los recursos para dar respuesta a todo. Eso sabemos que trae consecuencias. Las diferencias de diagnósticos de casos entre 2019 y 2020 ya son considerables, y la incidencia no ha disminuido porque haya Covid, sino porque no se está detectando. El año que viene tendremos datos más fiables y veremos también en qué estadío se han diagnosticado más tumores, si iniciales o avanzados. Pero parece obvio que si se ven menos cánceres en 6 meses es porque se está retrasando su detección, no porque no vayan a aparecer. Si uno se nota un bulto o tiene que hacerse su mamografía anual debe acudir al médico porque el retraso del diagnóstico tiene como contrapartida que el pronóstico es peor porque está más avanzado y necesita más tratamiento.



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