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Dr. Percovich: «La ablación por radiofrecuencia permite reducir hasta en un 70% el volumen de los nódulos tiroideos»
Redacción.- Un nódulo tiroideo es un crecimiento anormal del tejido de la glándula tiroides que se manifiesta con la presencia de uno bulto sólido o de contenido líquido (quiste).
La mayoría de estos nódulos no causan signos ni síntomas, sin embargo, algunos pueden llegar a crecer hasta verse a simple vista, palparse y, dependiendo de su tamaño y localización, generar molestias para respirar o tragar. La mayoría de los nódulos tiroideos no son graves, no obstante, un pequeño porcentaje son cancerosos, de allí la importancia de su evaluación y seguimiento, según Quirónsalud.
Los nódulos tiroideos son un problema clínico común y constituyen la alteración tiroidea más frecuente.
Con una incidencia que aumenta con la edad, la mayoría son de un tamaño menor a 1 cm y generalmente se detectan de forma incidental durante un examen físico rutinario; por lo general no crecen en el tiempo, ni generan síntomas y los resultados de la biopsia son normales.
«Los nódulos pequeños, benignos y asintomáticos no requieren tratamiento alguno, solo hacemos un seguimiento ecográfico periódico de tu tamaño y de la función de la glándula tiroides, sin embargo, cerca del 5 % de los nódulos son cancerosos y entre el 10 y el 15% de los casos los resultados de la biopsia son indeterminados o no concluyentes«, comenta el Dr. Juan Carlos Percovich, médico especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional.
Si la biopsia por aspiración con aguja fina indica la presencia de células cancerosas, o se sospecha que lo sean, lo recomendable es el tratamiento quirúrgico, en el que, generalmente, se extirpa el tumor y toda o parte de la glándula tiroides. Después de la cirugía, pudieran requerirse terapias complementarias como el tratamiento con yodo radioactivo para destruir cualquier célula tiroidea restante.