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Dr. Peña: «Hasta un 17% de la población tiene dolor crónico»
Redacción, 12-01-2024.- El Dr. Isaac Peña, coordinador de la Unidad de Dolor del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, aborda en una entrevista con La Razón, cómo abordar el dolor crónico.
A continuación se recoge parte de la entrevista:
Pregunta- ¿Cuántas personas necesitan pasar por una unidad del dolor en nuestro país?
Respuesta- Según las estadísticas, se estima que hasta un 17% de la población tiene dolor crónico. Eso incluye todos los niveles de molestias, es decir, no siempre necesitan este servicio, pero muchos sí tienen que pasar por este tipo de unidades especializadas en algún momento del proceso, por lo que hablamos de millones de españoles.
P- ¿Esa cifra va en aumento?
R– Sí, sin duda la tendencia principal es de ascenso y existen dos motivos. El primero de ellos es el envejecimiento de la población, lo que significa que hay una mayor supervivencia, pero también implica que aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades degenerativas, que son el grueso de las patologías dolorosas, como la artrosis, la osteoporosis con fracturas… Y, en segundo lugar, porque se realizan cada vez más cirugías, que son el gran productor de neuropatías. Ahora los pacientes se operan ya casi en el límite de edad tanto de cuestiones benignas, como puede ser una hernia inguinal, una prótesis de rodilla, de cadera…, o por patologías malignas, como las cirugías derivadas de un cáncer. Estos pacientes oncológicos cada vez tienen más oportunidades de curación, pero también son intervenciones que implican mayor impacto y son un productor de dolor crónico importante.
«Los pacientes oncológicos cada vez tienen más oportunidades de curación»
P- ¿Qué tipo de intervenciones son las más comunes?
R- Las dos técnicas más sencillas y habituales son la infiltración de un fármaco en una estructura para bloquear el nervio o, por otro lado, la radiofrecuencia para modular o destruir el nervio afectado.
P- ¿El dolor está infravalorado?
R- Venimos de una época en la que tener dolor después de una intervención o si hay una enfermedad crónica se ha considerado normal, pero por suerte eso está cambiando y ya se impone el bienestar y la calidad de vida del paciente.