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Dr. Nabil Ragaei
El ojo seco es una patología ocular muy común y una de las más frecuentes que los especialistas en Oftalmología atienden en consulta.
Tal y como recoge Quirónsalud, entre los múltiples factores que pueden estar detrás del ojo seco figuran el aumento del uso de pantallas informáticas y el actual estilo de vida, que se desarrolla en su mayoría en espacios interiores, habitualmente ámbitos secos y que emplean equipos de climatización, a lo que, además, recientemente, se suma el uso continuado de la mascarilla, que también contribuye a empeorar los efectos de esta patología.
«El ojo seco guarda relación con una disfunción de las glándulas de Meibomio, responsables de producir una grasa fina que protege y mantiene el ojo húmedo. En el caso de que estas glándulas no funcionen bien, la secreción que producen, en lugar de proteger, irritan el ojo y desestabiliza la película lagrimal, provocando una mayor evaporación de la lágrima y dejando sin protección la superficie ocular», explica el doctor Nabil Ragaei, especialista en Oftalmología y coordinador de la Unidad Integral de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Toledo.