Dr. Fusco: “La clave está en detectar la enfermedad circulante microscópica tras operar un tumor”

Redacción, 12-02-2024.- Tras la cirugía de un tumor primario, el paciente puede tener enfermedad en sangre llamada enfermedad circulante microscópica o enfermedad mínima residual, es decir, la presencia de un reducido número de células cancerosas que permanecen en el cuerpo y que no pueden ser detectadas por ninguna prueba de imagen como TAC o PET/TAC.

Tal y como explica el doctor Juan Pablo Fusco, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Luz «tras ser operado de un cáncer de colon, los pacientes tienen un riesgo futuro de recaída del tumor operado. Actualmente, la estimación del riesgo de recaída y la decisión de dar o no quimioterapia se basa en criterios clínicos como el tamaño del tumor o la afectación ganglionar pero no tenemos en cuenta la enfermedad mínima residual. Por tanto, el oncólogo asegura que, al final, «podemos estar no viendo todo el bosque, digamos. Podemos estar valorando de forma parcial la enfermedad al no tener información sobre la enfermedad circulante «.

Actualmente, se disponen de tecnología que permiten detectar esa enfermedad mínima residual, partículas del material genético del tumor (DNA) que circula en sangre, «por ejemplo, en el cáncer de colon después de operar el tumor, damos tratamiento de quimioterapia o no en función de los datos clínicos comentados previamente, pero hay pacientes que no cumplen estos criterios para darles quimioterapia complementaria y, sin embargo, tienen enfermedad circulante microscópica, lo que se traduce en un alto riesgo de recaída».



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