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Dr. Felices: «Si terminamos el entrenamiento y nos vamos a la ducha, interrumpimos el proceso natural de regulación de la temperatura»
Redacción, 10-05-2025.- El radiólogo José Manuel Felices explica algunos de los mitos más extendidos sobre higiene post-ejercicio en una entrevista con La Razón.
A continuación se recoge parte de la entrevista:
La frase con la que arranca su intervención: “Nunca te duches después de hacer deporte”, puede sonar provocadora, pero José Manuel invita a escuchar antes de juzgar. A partir de ahí, detalla con precisión médica por qué es importante esperar unos minutos antes de lanzarse a la ducha tras un entrenamiento intenso.
Durante el ejercicio físico, explica, los músculos queman energía y esto genera calor, elevando la temperatura corporal. Para evitar el sobrecalentamiento, el cuerpo activa su sistema de refrigeración natural: los vasos sanguíneos se dilatan y se facilita la sudoración, que al evaporarse en la piel ayuda a reducir la temperatura interna.
El problema viene cuando interrumpimos ese proceso de forma brusca, justo al terminar de entrenar. “Si terminamos el entrenamiento y nos vamos corriendo a la ducha, interrumpimos el proceso natural de regulación de la temperatura y puede dar lugar a mareos e incluso a síntomas”, advierte Felices. El cuerpo todavía está tratando de recuperar el equilibrio térmico, y la ducha, sobre todo si es con agua fría, puede descompensar esa transición fisiológica.
Pero hay más. El radiólogo recuerda que el sudor no sólo sirve para enfriar el cuerpo: también es un vehículo de eliminación de toxinas. “El sudor arrastra toxinas que salen a la superficie de la piel. Si nos duchamos enseguida, no permitimos al cuerpo que termine de excretar esas toxinas”, señala. Esto puede dar lugar a una sensación de incomodidad posterior, como si uno siguiera sudando incluso después de haberse duchado, una experiencia que muchas personas relatan tras entrenar.