El 8% de la población española mayor de 55 años presenta enfermedad arterial periférica

El 8% de la población española mayor de 55 años presenta enfermedad arterial periférica (EAP). La EAP es el resultado de la arteriosclerosis, es decir, el desarrollo de placas de ateroma (grasa) en las arterias que llevan el riego sanguíneo a los pies y las piernas. “Un individuo con enfermedad arterial periférica tiene más posibilidades de padecer un accidente cardiovascular en el futuro próximo, como un infarto o una trombosis cerebral, por lo que debe seguir un tratamiento con estatinas”, aseguró el doctor José María Mostaza, miembro de la Unidad de Arteriosclerosis y adjunto de Medicina Interna del Hospital Carlos III de Madrid, durante el XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Arterioesclerosis, celebrado recientemente en Pamplona.

No obstante, sólo una de cada tres personas con EAP está diagnosticada.
“Aunque es relativamente fácil saber si un individuo padece esta enfermedad o no, el problema es que dos de cada tres afectados están asintomáticos, es decir, no tienen ninguna sintomatología o experimentan un dolor leve en las piernas o ligeras dificultades para caminar pero creen que son signos que reflejan el paso de los años”, afirmó el doctor Mostaza. A esta patología también se le conoce como la ‘enfermedad del escaparate’, “porque el paciente camina una cierta distancia y cuando siente dolor se para, tras unos minutos vuelve a andar, y más tarde tiene que detenerse de nuevo”.

Y, ¿por qué se producen estas placas de grasa en las arterias de las piernas? “La mayoría de los pacientes con EAP son diabéticos, fuman o han fumado, factores de riesgo que desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de esta enfermedad, así como la hipertensión arterial y los niveles elevados de colesterol”, explicó este experto, quien matizó que se da de forma más frecuente en hombres y que la edad y la genética también influyen.

La cuestión principal, manifestaron los expertos durante el Congreso, es que aquellos pacientes con EAP también es muy probable que tengan placas de grasa en las arterias carótidas (las que irrigan el cuello y la cabeza), en las coronarias (las que irrigan el corazón) y en otras partes del cuerpo. “Es fundamental controlar los factores de riesgo en esas personas con el fin de evitar que sufran un infarto de miocardio, una angina de pecho o una trombosis cerebral”, apuntó. Por ello, la recomendación de los médicos es que “todo individuo con alto riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares a corto-medio plazo debe seguir un tratamiento con estatinas, así como aquellos que ya hayan sufrido alguna de estas complicaciones”.



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