El control del asma una responsabilidad compartida de médico y pacientes

El asma es una enfermedad respiratorias crónica de gran importancia en nuestra sociedad. Su índice de prevalencia se sitúa entorno al 5 % en la población adulta, entorno al 12% en la infancia. Tres millones de personas en España son asmáticas y ven afectada su calidad de vida. Debido a las características de sus síntomas, el asma afecta también al entorno del enfermo: familia, amigos, compañeros de trabajo o colegio, ven su vida alterada por lo que se considera que son más de 10 millones de personas en España las que ven afectada su calidad de vida a causa del asma.

Como comenta el Dr. Julio Ancochea, Presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, “la mortalidad del asma ha disminuido en los últimos años pero el impacto de la enfermedad va aumentando. Los casos de asma crecen debido a cambios sociales, ambientales y de estilo de vida, por ejemplo, la urbanización ha producido un aumento del proceso”.

Según un estudio de la evolución de la mortalidad del asma entre los años 1960 a 2005, publicado en Archivo de Bronconuemologia por María Sánchez, Luis García, Virginia Pérez, Antonia Elena Martínez y Manuel Sánchez, la tasa de mortalidad del asma ha pasado del 9,36 % en 1960 al 2,22% en 2005, con una reducción en los varones del 12,26 a 0,96% y en las mujeres del 6,58 al 3,44. Sin embargo, la prevalencia del asma se ha duplicado en Europa en los últimos 10 años. En España de 1991 a 2001 aumentó un 0,26% anual y pasó del 4,5 al 7,3% en el grupo de no fumadores.

Otro aspecto que muestra la importancia social y de salud pública que representa el asma es que en España es, tras la EPOC, la mayor causa de absentismo laboral debido a enfermedades respiratorias. En Europa el 38% de los niños y el 16% de los adultos has perdidos días de colegio o trabajo a causa del asma.

Según el estudio ASMACOST, el coste para la salud pública de un paciente de asma es de 1950 euros anuales. El impacto en el presupuesto sanitario es superior al de la tuberculosis y el SIDA juntos, con un coste anual en España de 1.672 millones de euros. Se atribuye al mal control del asma el 70% de los costes totales, de los costes gastos indirectos y gran parte de los costes directos sanitarios. Para mejorar estas cifras, el dr. Julio Ancochea cree necesario “involucrar las tres patas de esta enfermedad: profesionales sanitarios, pacientes y entorno, dotándoles de las herramientas y conocimientos necesarios para mejorar el control de la enfermedad”.

En cuanto al paciente, el Dr. Vicente Plaza, neumólogo miembro de SEPAR y
coordinador de la Guía GEMA 2009, comenta “a menudo el paciente menosprecia los
síntomas de su propio asma y relaja su tratamiento, no es consciente que un aumento de síntomas puede desembocar en un exacerbación aguda. Una exacerbación representa importantes riesgos para la salud del paciente, a menudo una visita a urgencias y un ingreso, y a la larga, una disminución de su capacidad pulmonar”. Según el estudio EAGLE de 2007, de 3.038 pacientes con ingresos hospitalarios por agudización grave del asma entre 1994 y 2004, el 37% tenía diagnosticada previamente un asma persistente leve.

Por eso los neumólogos de SEPAR recomiendan seguir el tratamiento y mantener las
visitas a su neumólogo o especialista de referencia ante cualquier cambio positivo o negativo para ajustar el tratamiento.

Los especialistas también deben mejorar su capacidad de diagnóstico, y control del asma. Se considera que el 52% de los asmáticos están sin diagnosticar y el 26% de los asmáticos no tienen tratamiento. En este sentido cabe destacar la recién publicación de la Guía GEMA2009, la Guía Española para el Manejo del Asma, que avalada por 9 Sociedades científicas españolas relacionadas con el asma y redactada por más de 100 especialistas, ofrece a médicos de primaria, especialistas y enfermeras las coordenadas a seguir para mejorar el control del asma: optimizar el diagnóstico y la terapéutica y en definitiva, mejorar la calidad de vida de los pacientes y el control de su enfermedad.

Según el Dr. Vicente Plaza “es muy importante también que el entorno del enfermo sea consciente de la patología y se involucre en un control eficaz del asma” . La familia y el entrono más cercano debe estar atento a la evolucion de la enfermedad. Dada la prevalencia creciente del asma infantil (de cada 5 adultos con asma 4 han debutado en la infancia y de cada 5 niños asmáticos, 3 se han iniciado en la enfermedad antes de los 5 años) sería muy positivo, por ejemplo educar a sus profesores en asma infantil.