Los expertos alertan de la necesidad de erradicar definitivamente los trastornos por déficit de yodo (TDY) en España

Un bajo coeficiente intelectual, retraso en el desarrollo, cretinismo o Bocio, son algunos de los Trastornos por Déficit de Yodo (TDY), un problema de Salud Pública característico de los países en vías de desarrollo y que en España aún no ha sido erradicado. Según la OMS, los TDY son la causa más importante de retraso mental a nivel mundial y la más fácil de prevenir. Con un simple gesto consistente en la sustitución del consumo de sal común por sal yodada, se lograría garantizar óptimos niveles de Yodo en nuestro organismo.

Para que la OMS acepte que un país ha resuelto el problema de la yododeficiencia exige, entre otras cosas, que el 90% de los hogares consuman habitualmente sal yodada. Sin embargo en España, pese a que la venta de sal yodada está regulada desde 1983, su consumo apenas se da en el 27% de los hogares. Por ello, más del 70% de los mismos está en situación de riesgo de presentar niveles de yododeficiencia que pueden derivar en Trastornos por Déficit de Yodo, de los cuales el más generalizado y menos visible es la pérdida de potencial intelectual.

En este sentido, los expertos alertan de la necesidad de erradicar de una vez por todas este problema de Salud Pública en nuestro país y, para ello, el Dr. Federico J. Soriguer, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga, recuerda que deben ser las autoridades las que “lleven a cabo campañas que fomenten e incentiven el consumo de sal yodada en sustitución de la sal común, así como legislar el aumento del contenido en yodo en alimentos que sean susceptibles para ello como pueden ser la sal, el pan o la leche”.

El hecho de que en nuestro país la legislación indique la voluntariedad del consumo de sal yodada, hace necesario que la administración lleve a cabo de una forma sostenida en el tiempo campañas para la concienciación de la importancia del consumo de este tipo de sal. Si atendemos a la experiencia de países como Estados Unidos o Suiza, donde el consumo de sal yodada es obligatorio desde principios del siglo XX, se certifica que con un consumo habitual de este tipo de sal se ha logrado la total erradicación de los TDY. Sin embargo, resulta contradictorio que, pese a tener la solución al alcance de la mano, según datos de la OMS, son los países europeos y del Este mediterráneo, entre los que se incluiría España, los que presentan una mayor proporción de ingestas inadecuadas de yodo en la población de entre 0 y 6 años, precisamente la de mayor riesgo.

Si se lograse sustituir el consumo de sal común por sal yodada, únicamente con la ingesta recomendada diariamente de este alimento (3 gr/día) se lograrían cubrir las necesidades de yodo de nuestro organismo por lo que se lograría prevenir de una forma fácil la deficiencia de este mineral y sus consecuencias.
Más de la mitad de los 500.000 nacimientos previstos por el INE en 2009 en España pueden tener riesgo de padecer TDY.

Según UNICEF, en España entre el 30% y el 50% de las mujeres embarazadas presenta deficiencias en el consumo de yodo por lo que, de los 500.000 nacimientos previstos por el INE para este año en nuestro país, cerca de la mitad podrían presentar algún riesgo de padecer TDY, un problema que afecta a más de 740 millones de personas en el mundo.

El yodo es un nutriente necesario para el funcionamiento adecuado de la glándula tiroides, que regula el crecimiento y el metabolismo. La carencia de yodo es la causa principal de lesiones cerebrales y problemas de aprendizaje prevenibles. Los efectos más nocivos de la carencia de yodo se hacen sentir en el cerebro del feto durante el embarazo.

Los niños y niñas cuyas madres padecieron carencia de yodo durante el embarazo pueden presentar cretinismo (un retraso grave en el desarrollo físico y mental), defectos en el habla, sordera y enanismo. Asimismo, la carencia de yodo durante el embarazo aumenta las probabilidades de muerte de la madre, del aborto espontáneo y de la mortalidad fetal tardía. El bocio, una enfermedad caracterizada por la inflamación de la parte anterior del cuello, es un síntoma común de carencia de yodo crónica.

Asturias, Galicia, Extremadura y Cataluña, comunidades pioneras en la implantación de programas para la erradicación del Déficit de Yodo
En España aún no existe un plan nacional para la erradicación de los Trastornos por Déficit de Yodo, sin embargo, son varias las Comunidades Autónomas que han implantado programas destinados a la solución de este problema de salud.
En este sentido, tan sólo Asturias, Galicia, Extremadura y Cataluña han implantado programas de esta tipo, convirtiéndose en Comunidades pioneras en nuestro país. Entre ellas, es destacable el caso de Asturias donde, tras más de 20 años de seguimiento, han logrado erradicar el Déficit de Yodo.

Otras Comunidades Autónomas están trabajando también en esta problemática por medio de la implantación de algunos programas con los que han conseguido resultados muy positivos. Según estudios realizados en los últimos diez años en algunas provincias, se observaba una mejoría en los niveles de yodo con respecto a estudios anteriores. Esta mejoría se relacionaba directamente con el aumento del consumo de sal yodada. De hecho, este hecho era contundente en los estudios de Valencia y Asturias en los que, respectivamente, el 73% y el 75% de la población estudiada afirmaba consumir sal yodada.



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