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Los enfermos renales alertan a las Comunidades Autónomas de que descuidar la diálisis peritoneal puede ser negarles el empleo
Son personas para las que su única posibilidad de trabajar pasa por poder limpiar su sangre de sustancias tóxicas en su propia casa (diálisis domiciliaria), sin tener que acudir tres veces por semana durante cuatro horas a un centro de diálisis. Desde la Federación Nacional ALCER que representa a 45.000 enfermos renales españoles, se quiere manifestar la gran preocupación que produce observar cómo los políticos no están teniendo suficientemente en cuenta esta necesidad a la hora de reestructurar la sanidad.
Una información completa y a tiempo sobre las diferentes opciones de diálisis que tienen los enfermos renales, se convierte ahora más que nunca en fundamental. El paciente tiene que poder elegir la forma de tratamiento que mejor se adapta a su forma de vida. Informar mal y/o obviar alguna de las posibilidades de tratamiento, puede llevar al paro a estos enfermos y tener consecuencias laborales nefastas de por vida.
Igualmente, por lo cambiante de la situación actual, una vez elegida la técnica de diálisis que se cree más conveniente, cuando las circunstancias que rodean a la persona así lo aconsejen, debe permitirse cambiar la opción elegida. Sobre este aspecto desde ALCER se quiere hacer especial hincapié, pues es algo que en algunos casos no se está cumpliendo, sin valorar las consecuencias personales que puede tener.
Gracias a la diálisis peritoneal los enfermos renales no sólo tienen un trabajo, sino que algunos contribuyen también a generar más empleo para personas sanas. Es el caso de Odilo Domínguez, empresario dueño de una promotora constructora que proporciona trabajo a ocho empleados más. A sus 62 años de edad, hace cuatro la diagnosticaron la insuficiencia renal crónica y desde hace dos años se dializa en casa por las noches cuando acaba la jornada laboral. Su trabajo le obliga además a realizar frecuentes viajes que puede hacer gracias a la máquina portátil de diálisis que lleva consigo en estos casos.
Odilo manifiesta estar encantado con la diálisis peritoneal. Yo la aconsejo siempre por la independencia que te da. La máquina no es nada complicada y tampoco tiene ninguna dificultad especial. Si no tuviera la diálisis peritoneal, tendría que plantearme muy seriamente si seguir o no con mi empresa.
Ángel Manuel Fernández Rosales es un ingeniero de sistemas cuyo trabajo le obliga a turnos especiales de tarde-noche y fines de semana durante un mes. ¿Cómo compatibilizar esto con su tratamiento? Si Ángel tuviera que acudir a un centro de diálisis tres veces por semana durante cuatro horas en días fijos, Ángel sencillamente no podría trabajar. Puede hacerlo gracias a que limpia su sangre de sustancias tóxicas en su propia casa, por la mañana o por la tarde según le permita su trabajo. Y es que tal y como él mismo afirma, La diálisis se tiene que adaptar a mi ritmo de vida, yo no voy a cambiar mi ritmo de vida por la diálisis.