Sólo un enfoque integral puede hacer que el paciente cardiológico reciba una asistencia de calidad

Así lo ha señalado el doctor Xavier Borrás, presidente de la Reunión Anual
de la Sección de Cardiología Clínica y Extrahospitalaria de la SEC, que se
está celebrando en Sitges

Los expertos señalan que el médico de Atención Primaria es el punto de referencia de los enfermos afectados por patologías cardiovasculares. Los pacientes cada vez son más ancianos y tienen una mayor comorbilidad, de tal manera que, “sólo un enfoque integral puede hacer que el paciente cardiológico reciba una asistencia de calidad”, tal y como señala el doctor Xavier Borrás, presidente de la Reunión Anual de la Sección de Cardiología Clínica y Extrahospitalaria de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que se está celebrando en Sitges.

Los profesionales de Atención Primaria se convierten así en el primer eslabón de la cadena, de tal forma que la Atención Hospitalaria se pueda destinar a problemas agudos, descompensaciones, diagnósticos y tratamientos que no pueden hacerse de forma ambulatoria. De esta manera, “excepto en los casos de pacientes agudos y con tratamientos sofisticados, la mayoría de los pacientes cardiológicos deberían ser controlados por el médico de atención primaria en estrecho contacto con el cardiólogo, bien como consultor o como vía de referencia en las descompensaciones”, ha apuntado el doctor Borrás.

Esto ha provocado que además de ser una reunión destinada a los cardiólogos, los médicos de Atención Primaria tengan una presencia muy activa en este acto.

Asimismo, hematólogos, internistas y nefrólogos forman parte de los más de 150 asistentes que se dan cita estos días.

En el marco de esta reunión la conferencia magistral —impartida por el doctor Gaietá Permanyer, del Servicio de Cardiología del Hospital Vall D’Hebrón de Barcelona— ha estado dedicada a las cardiopatías del futuro y al futuro de la cardiología, cuya evolución va en paralelo a la de la población. De esta manera, “la mortalidad aguda del infarto de miocardio se ha ido reduciendo progresivamente y nos encontramos en cambio con pacientes más mayores, que padecen insuficiencia cardíaca”. Sin embargo, “la mortalidad cardiovascular global no se ha reducido, aunque los pacientes se mueren con más edad y después de un proceso crónico de deterioro de la función ventricular izquierda”.

Evitar estos procesos es el principal objetivo, lo que motiva actuar frente a la cardiopatía isquémica y la hipertensión desde fases muy precoces, y desde un punto de vista de prevención. “Esta labor no está en manos de los cardiólogos, y probablemente ni siquiera en manos de los médicos sino en manos de los educadores y legisladores”, matiza el Dr. Borrás. En este sentido, la acción más importante en la lucha contra la cardiopatía isquémica ha sido la Ley contra el Tabaquismo, “cuyos resultados se verán en los próximos años”.

En este contexto, la especialidad también debe adaptarse a las nuevas tendencias, entre las que destacan tres aspectos importantes:

– Evolución de nuevas técnicas diagnósticas y tratamientos, lo que supone una super-especialización.
– Los cardiólogos deben formar parte de equipos multidisciplinares que tengan protocolizado el abordaje de estos procesos y cuenten con el soporte de otras especialidades como Atención Primaria o urgencias, así como enfermeros, farmacéuticos hospitalarios, psicólogos, dietistas y fisioterapeutas.
– Desarrollo de la medicina preventiva tanto por parte de los cardiólogos como a través de la educación de los pacientes y familiares así como del entorno social y laboral.



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