Apendicitis Aguda

El dolor abdominal es uno de los síntomas más frecuentes y al mismo tiempo uno de los más difíciles de valorar en los niños. Dada la amplitud del diagnóstico diferencial a realizar, puede ser una experiencia desconcertante para el médico y además son pocas las exploraciones complementarias que pueden ayudarnos en el diagnóstico correcto. Por ello, la «simple apendicitis» continua siendo uno de los diagnósticos más difíciles en la práctica pediátrica.

 

La apendicitis es el trastorno que cursa con dolor abdominal que con más frecuencia obliga a cirugía en el grupo de edad de niños mayores de un año, siendo la invaginación intestinal el proceso quirúrgico más frecuente en los menores de esa edad.

 

Los síntomas clínicos de la apendicitis se entienden bien teniendo en cuenta el proceso patológico subyacente. El dolor abdominal es el primer síntoma para la mayoría de los niños. El dolor inicial se debe a la distinción del apéndice que estimula los receptores que conducen a los nervios autónomos eferentes viscerales, que entran en la médula espinal en las raíces D8-D10. Dicha estimulación provoca dolor visceral referido a estos dermatomas, que están representados en zonas epigástricas y periumbilicales.

 

En los servicios de Urgencias de los EE.UU. los signos y síntomas de la apendicitis aguda se concretan en la regla nemotécnica «Plan now to fly» a fin de llamar la atención sobre el Dolor (Pain), Nauseas (y vómitos), Dolorimiento a la palpación (Tenderness) y Fiebre.

 

El tratamiento de los niños que padecen una apendicitis aguda es siempre quirúrgico con la extirpación del órgano enfermo. Habitualmente se práctica la apendicectomía en el curso de una laparotomía bajo  anestesia general aunque cada vez se publican más estudios en relación con la extracción laparoscópica del apéndice no complicado.

 

En los casos en los que se ha producido la gangrena y la perforación apendicular, se realizará la apendicectomía y el drenaje local. Si detecta la existencia de una peritonitis generalizada o de un absceso localizado, se sigue la misma técnica dejando drenajes en la cavidad peritoneal que se mantienen durante 3-5 días según sean eficaces.



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