Es una neuropatía óptica que se presenta en pacientes mayores de 60 años, asociada a patología vascular sistémica. Pueden ser de etiología arterítica, como en la arteritis de células gigantes, o de etiología no arterítica, como en la diabetes y la ateroesclerosis. Se presenta como pérdida brusca de la agudeza visual, generalmente unilateral, aunque luego se puede afectar el ojo contralateral.
La no arterítica suele ser indolora, la arterítica se asocia a síntomas y signos sistémicos como dolor de cabeza localizado temporal, claudicación en la masticación, fiebre, pérdida de peso, anorexia, hipersensibilidad del cuero cabelludo.
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