Dolor articular agudo

Son numerosas las afecciones que cursan con dolor articular agudo como sintomatología más llamativa. Algunas afectan a una sola articulación, no existe dolor en reposo, pero sí con determinados movimientos, y cursan con impotencia funcional más o menos severa, aunque sin otros signos inflamatorios.

Se establece que una artritis es aguda cuando su modo de presentación es brusco e intenso y su duración está entre 6 y 12 semanas. Atendiendo al número de articulaciones afectadas por el dolor, las artritis pueden clasificarse en tres grandes grupos, que son la Monoartritis, la Artritis pauciarticular y la Poliartritis.

Monoartritis.- Dolor al reposo y al movimiento que afecta a una sola articulación, con impotencia funcional y signos de calor local y tumefacción, con rubor o sin él. Entre los diagnósticos que deben tenerse en cuenta están los traumatismos y las sinovitis postraumáticas, la artritis séptica, el síndrome de Reiter, las artritis reactivas, la gota y la seudogota, la hidartrosis intermitente, las formas monoarticulares de la artritis reumatoide juvenil y otras artritis.

Artritis pauciarticular.- Dolor que afecta a dos o tres articulaciones. Descartado el traumatismo deberá pensarse en las formas pauciarticulares de gota y seudogota, la artritis reumatoide pauciarticular, la artritis reumatoide juvenil, las artritis reactivas y la artritis psoriásica.

Poliartritis.- Dolor que afecta a cuatro o más articulaciones. El diagnóstico diferencial se establece entre la artritis reumatoide, el síndrome de Reiter, la artritis psoriásica, la posibilidad de artritis reactivas, formas poco comunes de gota, las colagenosis, la fiebre reumática y las poliartritis secundarias a una endocarditis bacteriana.

Clínicamente la artritis aguda se caracteriza por dolor, referido a toda la articulación, y por los signos clásicos inflamatorios de enrojecimiento, aumento de volumen por derrame articular, calor local e impotencia funcional, tanto activa como pasiva.