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Calcificación y osificación extraesqueléticas
Tanto las calcificaciones como las osificaciones extraesqueléticas pueden ser metastásicas, asociadas a anomalías de las concentraciones séricas de calcio o fósforo, o distróficas, como respuesta local a diversos tipos de daño tisular, sin alteraciones del metabolismo fosfocálcico sistémico.
Calcificaciones metastásicas: la hipercalcemia o la hiperfosfatemia de cualquier causa, en especial la asociación de ambas, produce un aumento del producto calcio-fósforo que provoca la precipitación de fostato cálcico en determinados tejidos.
Calcificaciones distróficas: el tejido lesionado libera materiales que actúan como núcleo sobre el que se depositan sales cálcicas, a pesar de un producto calcio-fósforo normal en sangre.
Osificación extraesquelética: se caracteriza por la aparición de verdadero tejido óseo fuera del esqueleto.