Rabia

Enfermedad aguda del sistema nervioso central que afecta a todos los mamíferos y se transmite por secreciones infectadas, generalmente por la saliva, a través de las mordeduras. El agente etiológico es el virus de la rabia, de la familia de los Lyssavirus. El contagio también puede producirse por aerosol y por la ingesta o trasplante de tejidos infectados. La rabia se trasmite mayoritariamente al hombre a través del perro. El virus penetra a través de la epidermis o de una mucosa, y se multiplica a nivel muscular, desde donde alcanza el sistema nervioso periférico, de ahí se propaga al sistema nervioso central, donde invade y se replica en la sustancia gris. Migra a otros órganos, como corazón, pulmón, hígado, etc, a través de los nervios vegetativos. La rabia tiene un período de incubación muy variable, sus manifestaciones clínicas se distribuyen en cuatro estadios Primer periodo prodrómico inespecífico, caracterizado por fiebre, cefalea, mialgias, astenia progresiva, dolor faríngeo y tos. Segunda fase o fase encefalítica, caracterizada inicialmente por períodos de agitación y actividad motora excesiva, y después confusión, alucinaciones, agresividad, espasmos musculares, convulsiones, opistótonos y parálisis. Aparece fiebre elevada, pupilas irregulares, sialorrea, lagrimeo, hipotensión postural e hiperhidrosis.Tercera fase, caracterizada por la aparición de manifestaciones de alteración del tronco cerebral. Aparece diplopia, parálisis facial, etc. Se produce una incoordinación motora de la musculatura diafragmática, faríngea y laríngea, que se contraen violentamente al intentar deglutir líquidos, lo que motiva la hidrofobia. El enfermo progresa a coma profundo, con alteraciones respiratorias y muerte, rara vez entra en cuarta fase o de recuperación paulatina.



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