Es un linfoma maligno que, en función de sus células neoplásicas peculiares, conocidas como Reed-Sternberg, y por ciertos aspectos patológicos y clínicos diferenciales se separa del gran grupo de los otros linfomas, denominados por ello linfomas no-Hodgkin. La patogenia exacta sigue siendo desconocida, pero hay una serie de posibles factores implicados, como las cromosomopatías, los factores genéticos y ambientales, los virus, las sustancias químicas, la inmunodeficiencia y la quimioterapia.
La clínica en las formas iniciales es característicamente oligosintomática, con apreciación en plena salud de adenopatías únicas o escasas en el cuello, indoloras, elásticas y rodaderas, que pueden variar de tamaño en ambos sentidos en semanas. La clasificación de Ann Arbor cataloga a un paciente como en fase clínica B cuando presenta uno o más de los siguientes síntomas: fiebre superior a 38ºC de mas de 3 semanas de duración, sin otra causa que lo justifique, adelgazamiento igual o superior al 10% del peso corporal en los últimos 6 meses, o sudoración profusa.
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