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Cirugía del Síndrome de la Apnea del Sueño
La cirugía es una solución para determinados casos del Síndrome de Apnea del Sueño (SAHS), uno de cuyos síntomas puede ser el ronquido. Producido por la obstrucción mecánica temporal de las vías respiratorias altas, el ronquido es frecuente en varones a partir de los 40 años, especialmente si padecen obesidad.
La obstrucción de las vías respiratorias da lugar a la apnea, descrita como un cese de la respiración durante más de 10 segundos. Además de frecuente, se trata de un proceso relevante por las distintas enfermedades asociadas que conlleva. Se calcula que este síndrome lo padece cerca del 5% de la población adulta, aunque también puede afectar a los niños.
El déficit de oxígeno, producido en el paciente que sufre episodios de falta de respiración mientras duerme, aumenta el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, diabetes o infartos cerebrales. También es causa de otras patologías crónicas como la depresión o el dolor de cabeza. Por otro lado, la carencia de un sueño reparador provoca que el paciente sufra somnolencia durante el día, con la consiguiente reducción de su capacidad de concentración y de rendimiento. En algunos casos, estas personas sufren accidentes de tráfico al quedarse dormidas al volante.
En aquellos casos para los que esté indicada, la solución quirúrgica definitiva para este trastorno consiste en adelantar el maxilar superior, la mandíbula y la musculatura de la base de la lengua. Su objetivo es dejar espacio suficiente en la parte posterior de la cavidad oral para evitar la obstrucción del paso del aire cuando el paciente duerme.
Esta cirugía está especialmente indicada para personas con la mandíbula o el maxilar pequeños ya que, además de solucionar la apnea, mejora la estética de la cara. Se calcula que, en los pacientes para los que está indicado, el tratamiento del avance bimaxilar resuelve el 90% de los casos. Además, se trata de una cirugía que no deja señales en la piel del rostro, dado que las incisiones se realizan en el interior de la boca.
En ocasiones, no basta con ampliar el espacio, sino que también resulta necesario quitar tejidos para conseguir una mayor apertura de la vía aérea. Entonces, se combina el avance de los huesos maxilares con la cirugía de partes blandas, denominada uvulopalatofaringoplastia, que consiste en eliminar la parte redundante del paladar blando y, si es necesario, en reducir la base de la lengua.
Néstor Montesdeoca. Director del departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial de la Clínica Universidad de Navarra.