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2009
Medicina A-Z Nutricion y Metabolismo
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Alteraciones de las proteínas plasmáticas
Alteraciones de la albúmina: la disminución de la concentración plasmática de la albumina se denomina hipoalbuminemia. Puede deberse a un déficit de aporte nutricional y a malabsorción intestinal. Una segunda causa es la insuficiencia hepatocelular, y por último, las situaciones de hipercatabolismo, como la cirugía y las enfermedades consuntivas. O bien las pérdidas excesivas en el síndrome nefrótico, enteropatías exudativas y quemaduras.
Alteraciones del fibrinógeno: la hiperfibrinogenemia se observa en la mayoría de las infecciones agudas, en las colagenosis, así como en las hepatopatías. La hipofibrinogenemia puede deberse a un déficit de su síntesis en las hepatopatías avanzadas o a un catabolismo excesivo, como sucede en las coagulopatías de consumo. La afibrinogenemia es una afección congénita de transmisión autosómica recesiva, cuyas formas homocigóticas cursan con fenómenos hemorrágicos.
Alteraciones de las alfa-1-globulinas: la disminución su concentración plasmática puede observarse en la enfermedad de Tangier y sobre todo en el déficit de alfa-1-antitripsina. Las situaciones que cursan con aumento de la alfa-1-antitripsina o la alfa-1-glucoproteína, reactantes de fase aguda, muestran un incremento de la concentración plasmática de las alfa-1-glubulinas.
Alteraciones de las alfa-2-globulinas: su concentración plasmática está disminuida cuando desciende la alfa-2-macroglobulina, la ceruloplasmina o la haptoglobina. La concentración plasmática de estas globulinas aumenta en el embarazo, la diabetes mellitus, el síndrome nefrótico, las quemaduras, las infecciones crónicas, las colagenosis y las neoplasias.
Alteraciones de la betaglobulinas: la abetalipoproteinemia, la hipobetalipoproteinemia y el descenso de hemopexina y de transferrina conllevan una disminución de las betaglobulinas. Por el contrario, esta fracción proteica puede estar discretamente aumentada cuando se incrementa la concentración plasmática delas proteínas mencionadas.
Alteraciones de las gammaglobulinas: las hipergammaglobulinemias se deben a un aumento de la producción de inmunoglobulinas como respuesta a distintos mecanismo. Pueden ser monoclonales o policlonales. Las primeras obedecen a la proliferación de una sola clona de células linfoplasmocitarias. Las hipergammaglobulinemias policlonales cursan con aumento de varias inmunoglobulinas y se detectan con frecuencia en las hepatopatías crónicas, conectivopatías y otras enfermedades inflamatorias crónicas, así como en las infecciones subagudas y crónicas.